Es uno de los grandes riesgos que pueden derivar en un accidente. Las distracciones son muy peligrosas y hay muchos tipos de estas alteraciones de la atención cuando estamos al volante: selectiva, mantenida y divida
Y los principales factores externos que pueden contribuir a esta distracción son:
Los pasajeros
Es normal que vayamos hablando con ellos pero no por eso debemos desviar la vista de la carretera, la atención debe estar en la conducción y no en la conversación. Hay que evitar discusiones y también evitar la irritación de los más pequeños.
A veces los niños pueden ser un factor distractor muy grande, desde que son muy pequeños debemos enseñarles que en el coche hay que ir calmado, no se puede molestar al conductor.
El GPS
Aunque es una herramienta muy útil, también puede motivar distracciones. Conviene programar con el vehículo parado.
El teléfono móvil
Es obligatorio el uso del manos libres, aún así, la capacidad de atención se ve reducida cuando se establece una comunicación por este sistema.
Comer, beber o fumar
Las dos manos deben ir en al volante, si bebemos o comemos, una de ellas irá ocupada lo que supone un riesgo.
Buscar objetos
La búsqueda de objetos en la guantera, por el suelo, en el asiento de al lado… cuando paramos en el semáforo o durante un atasco, es una de las acciones que solemos realizar. Durante ese momento también estamos conduciendo y debemos permanecer atentos a lo que ocurre a nuestro alrededor.