El apagón masivo paraliza sectores clave y deja dudas sin resolver
Una inesperada interrupción en el suministro eléctrico sumió, el mediodía de este lunes, a gran parte de la península ibérica en el caos. A las 12:35, un fallo general provocó el colapso de la red eléctrica en España y Portugal. Solo las islas Baleares y Canarias quedaron al margen del corte.
Castellón vivió una jornada especialmente caótica. Negocios obligados a cerrar repentinamente, persianas metálicas inmovilizadas por falta de energía, semáforos fuera de servicio y una ciudadanía desorientada fueron el escenario dominante. La Policía Local tuvo que actuar rápidamente para organizar el tráfico en intersecciones críticas y mantener un orden que, por otra parte, en ningún momento dejó de existir.
Los efectos del apagón se sintieron de forma generalizada, aunque el mayor golpe lo recibió el tejido empresarial. Las industrias, especialmente la cerámica, vieron su producción detenida, mientras que numerosos pequeños comercios y oficinas se vieron obligados a interrumpir sus operaciones. Algunos establecimientos, sin posibilidad de activar cierres electrónicos, enfrentaron dificultades para asegurar sus locales.
Supermercados y tiendas de alimentación intentaron minimizar las pérdidas activando planes de contingencia, aunque varios optaron directamente por cerrar para evitar mayores riesgos. La conectividad móvil y de datos también se vio interrumpida, lo que agravó aún más la desconexión operativa y social.
Pasadas las 17:20 comenzó a recuperarse progresivamente el servicio eléctrico en algunas localidades, como la ciudad de Castellón, aunque en otras zonas el restablecimiento fue más lento. A pesar del retorno parcial de la normalidad, la sensación predominante era de desconcierto y vulnerabilidad, aunque con tranquilidad.
Todavía no se han ofrecido explicaciones claras sobre el origen del apagón. Incluso el propio presidente del Gobierno reconoció en sus dos comparecencias que no se dispone de información concluyente, lo que deja abierta la pregunta: ¿cómo pudo ocurrir algo así?