Mi ilusión por viajar a Estambul, se aceleró una tarde-noche de junio de 1988 en la que fui a cenar a una masía de Massanassa con la “bohemia valenciana” y una colega pintora no dejó de hablarme de su año vivido en Estambul, donde pensaba volver, porque ya la llevaba en su corazón. En septiembre de ese mismo verano, ya tenía los pasajes para volar y conocer esta atemporal ciudad
Rosa Rochera
Tenía razón, me impactó y me cautivó: caótica, bulliciosa y magnífica, Estambul es historia y en ella se mezclan de forma natural la cultura occidental y la asiática. Lo humilde con lo ostentoso, lo religioso con lo laico, lo moderno con lo tradicional. Quince millones de personas la habitan, la mayoría musulmanes, y dos minorías, cristianos y judíos.
Su ubicación estratégica entre el mar Negro y el mar de Mármara y el estrecho del Bósforo (que separa Europa de Asia), la hicieron la más codiciada para el comercio y la navegación a través de los siglos.
Grandes Imperios lucharon y la conquistaron: Persas, Romanos, Bizantinos y Otomanos. Se la llamó Bizancio, Constantinopla, y fue Istambul en el periodo romano y otomano.
A día de hoy conserva aún la esencia de esas diferentes culturas que la engrandecieron. Por ello Estambul se debate entre el Oriente y el Occidente, pero no se “radicaliza”, sus costumbres, sus gentes, sigue abierta al Mundo. Es fundamental en la industria, el comercio y la cultura de Turquía, a pesar que el Parlamento Turco fue trasladado legalmente a la capital, Ankara, en la Turquía Asiática.
- El Viaje: Podéis volar desde Valencia, Barcelona o Madrid a Estambul. La duración del vuelo, aproximadamente es de cuatro horas. Tenéis grandes ofertas de vuelos y días con Turkish Airlines. Si no os atrevéis vosotros mismos, hacedlo por agencia. También os recomiendo seguro médico de viaje.
- Clima: Bastante húmedo, puede ser sofocante en verano. Lluvioso y frio en los meses invernales. La primera vez que la visite, en septiembre, el tiempo fue espléndido. La segunda vez, ya más recientemente, lluvioso, pero con temperaturas suaves. También esto, yo lo denomino la suerte del viajero, ya que la meteorología actual es cambiante, pero tenemos Internet que nos facilitara preparar el equipaje. Pero incluid en él, calcetines para entrar descalzos en las mezquitas (por higiene) y un pañuelo o foulard, las mujeres, para cubrir su cabeza.
- Alojamiento: existe una gran oferta, los que yo conozco: Pera Palace hoy en día remodelado y fue el que estuve en 1988. Pero para mi gusto demasiado lujo clásico. Y la anécdota de que allí pasaba temporadas Agatha Christie, para escribir. Mi segunda vez me alojé en el Eresin Topkapi Barceló, buen hotel y muy bien comunicado.
- Comer: buena cocina la turca, se mezcla en ella las diferentes culturas. Buenas verduras, pescados, frutas…y por supuesto lo que queráis, burgers, pastelerías, cafeterías, etc.
- Transporte: El tranvía urbano, así como los autobuses dan servicio excelente para moverse por la ciudad. Taxis, para emergencias o ir a un sitio concreto… Somos turistas y lo diferencian de los suyos, concretad precio y si queréis o no compartirlo, ellos lo encuentran normal.
- Compras: Magnificas y para todos los gustos, desde lo más lujoso a lo más sencillo, pero genuino…tomadlo con calma, como ellos. El comerciante es un negociador estratega, el regateo su cultura (tened en cuenta que su moneda oficial es la Lira Turca. 1 Euro = 18 Liras).
En el Gran Bazar el brillo de los metales de su orfebrería, sea en oro plata o bronce te atrapa la curiosidad, gemas y piedras preciosas, cerámicas increíbles, alfombras, etc. También existen las calles comerciales de moda actual y marca propia, buenas peleterías, bolserías, elegantes y modernas. Y las calles de comercio más tradicional y, como he dicho, para todos los gustos y bolsillos.









- Lo que no puedes perderte.
- El Palacio Topkapi: Hoy museo de la que fue residencia de Sultanes, de sus favoritas y su mundo.
- Hagia Sophia (Santa Sofía): Basílica construida por el Emperador Justiniano s. VI y una de las maravillas del mundo por su inmensa cúpula de 50 metros de altura. Actualmente es un museo.
- La Mezquita Azul: en frente de Santa Sofía, quiso competir con la basílica cristiana. Elegante e imponente con sus seis minaretes.
- Yerebatan: Cisterna Bizantina s. VI, llamada el palacio sumergido, y que cuya bóveda esta sostenida por 336 columnas
- Mezquita de Solimán el Magnífico. La más hermosa de todas las mezquitas imperiales.
- Paseo en barco por el Bósforo: Durante unas horas podéis contemplar en ambas orillas hermosos palacios, elegantes villas, encantadores pueblecitos de pescadores donde podéis comer y descansar.
- Una cena en la ciudad con espectáculo, con las danzarinas de los velos, gracia y sensualidad que os transportara a los cuentos de las mil y una noches.
- Bazar de las especias. Olores, colores y sabores que despiertan los sentidos.
- Os recomiendo, en los atardeceres de la ciudad, estar atentos al sonido del viento, donde se oye la “llamada a la Oración”, desde las numerosas Mezquitas por sus almuecines. Siempre me impacta (cuando visito un país de religión musulmana), es como una conexión entre el Alma y la Vida.
Un pensamiento personal: Si “la fuerza me acompaña”, me gustaría en breve volver a Estambul, porque está “viva”, es “actual” y a cada paso encuentra su historia. Sus gentes, en general, son atemporales. La ciudad te hace soñar con el pasado, pero a la vez vives el momento y plantearnos el futuro como ella, perviviendo en el tiempo, a pesar de un mundo actual, tan convulso y complicado, lleno de intereses y destrucción.
*Anexo:
Complementé mi primer viaje, volando hasta Ankara y visitar La Capadocia (Anatolia central). Hace pues muchos años. El valle del Göreme, es un paisaje único en el mundo, yo era muy osada y ávida de experiencias, y más joven. Fue una gozada no exenta de complicaciones, si eres trotamundos y te gusta arriesgar y conocer, que no te lo cuenten, vívelo.