- El jefe del Consell, Carlos Mazón, ha presidido la mesa de seguimiento entre la Generalitat y los agentes económicos y sociales para analizar el impacto de la nueva política arancelaria de Estados Unidos
- La consellera de Innovación señala que “ponemos a disposición de los sectores afectados toda la capacidad ejecutiva y legislativa” y asegura que “trabajaremos en diversificar mercados, potenciar la innovación y favorecer alianzas empresariales”
- Avanza que como primera acción se va a monitorizar en tiempo real el impacto negativo de la medida para “diseñar la manera de proteger a nuestras empresas, sus trabajadores y los consumidores”
- Insta al Gobierno central a establecer “planes serios” de protección para los sectores productivos y aboga por la coordinación con las comunidades autónomas desde la lealtad institucional
- Subraya que dificultar el libre comercio y aplicar aranceles “nunca ha traído nada bueno” y apunta que la Unión Europea debe dar una respuesta “única, proporcional e inteligente” para garantizar la protección de nuestros sectores”
La consellera de Innovación, Industria, Comercio y Turismo, Marián Cano , ha abogado por trabajar con la Unión Europea en “una desescalada” en la política arancelaria que permita “conseguir un arancel cero para los sectores industriales” de la Comunitat Valenciana, así como “una rápida respuesta de Estado sin exclusiones, atajos o tacticismos, con las cartas boca arriba y pensando en el bien de todos”.
También ha apoyado la creación de un “fondo de ayuda europeo y estatal” para los sectores afectados por la política arancelaria de Estados Unidos en la Comunitat Valenciana, y que “exista una reciprocidad desde Europa al nivel de exigencia para los productos extracomunitarios”, lo que “nos permita competir en igualdad de condiciones” en otros mercados.
Cano se ha pronunciado de este modo tras una reunión mantenida con los principales agentes sociales y económicos de la Comunitat Valenciana (CEV, Cámaras de Comercio, UGT PV y CCOO PV), presidida por el jefe del Consell, Carlos Mazón, y con la participación del conseller de Agricultura, Agua, Ganadería y Pesca, Miguel Barrachina, para analizar el impacto de los nuevos aranceles impuestos por Estados Unidos.
Al encuentro también han acudido representantes de sectores como el agroalimentario, metal-mecánico, automoción, calzado y componentes, cerámica, fritas y esmaltes, energía, plásticos, química, textil, mueble, juguete, equipamientos para baño y productos para la infancia.
La consellera ha señalado que la Generalitat va a ser “un aliado desde la más absoluta lealtad institucional en el diseño de esta respuesta porque es mucho lo que está en juego” para lo que ha solicitado al Estado que “cuente con las Cortes Generales y con las comunidades autónomas”.
Así ha reclamado al Gobierno central que establezca “planes de contingencia serios” de protección del tejido productivo “contando con todos y coordinándose con todos” y ha asegurado que los sectores afectados y los trabajadores “no entenderían que una guerra comercial exterior se agrave con una guerra política interior por puro tacticismo electoral”.
Marián Cano también ha solicitado “una respuesta firme, coordinada y proporcional de la Unión Europea” frente a lo que ha denominado “la mayor agresión al libre comercio mundial que tanta prosperidad, crecimiento y oportunidades ha generado durante las últimas décadas”.
Trabajar codo con codo con los sectores
La titular de Innovación, Industria, Comercio y Turismo ha aseverado que “vamos a trabajar codo con codo con todos los sectores afectados para conocer sus necesidades más urgentes y poner a su disposición toda la capacidad ejecutiva y legislativa del Consell”.
Así, ha avanzado que como primera acción “vamos a establecer los mecanismos necesarios para monitorizar en tiempo real el impacto negativo de la subida de aranceles y crear un mapa de afectación que nos permita diseñar la manera de proteger a nuestras empresas, sus trabajadores y los consumidores”.
La consellera ha reiterado el compromiso del Consell para acompañar a las empresas de las que ha puesto en valor su “capacidad de adaptación para buscar alternativas y superar desafíos para encontrar nuevas oportunidades”.
Así, ha hecho hincapié en la necesidad de “diversificar mercados para reducir la dependencia con los Estados Unidos y, en especial, potenciar las relaciones comerciales con Mercosur, la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático, así como reforzar los intercambios en el mercado interior europeo”.
Igualmente, ha remarcado el apoyo del Consell para ampliar la inversión en I+D+i con el objetivo de mejorar nuestros productos y hacerlos más competitivos a nivel global”, al tiempo que ha apelado a la colaboración sectorial para “reforzar las alianzas entre empresas para encontrar soluciones conjuntas y ser más fuertes”.
Sectores productivos más afectados
Así, entre los sectores productivos más damnificados de la Comunitat Valenciana se encuentran el automóvil y su industria auxiliar y de componentes; el azulejo donde el mercado estadounidense es el primer destino de las ventas al exterior de baldosas cerámica y proporciona casi el 10% de la facturación del sector.
También se encentra la industria agroalimentaria, que el pasado año vendió productos a Norteamérica por 366 millones de euros; el sector del calzado con 126 millones de euros exportados; así como la industria química y la maquinaria industrial y biodiesel que concentra el 17,6% de sus ventas en el mercado estadounidense.
En el encuentro, han estado presentes representantes de CEV, Cámaras de Comercio, UGT-PV, CCOO-PV, agroalimentario, metal, automoción, calzado, cerámica, energía, plásticos, química, textil, energía, mueble, juguete, equipamientos para baño, productos para la infancia, entre otros.
Estados Unidos socio preferente
Marián Cano ha apuntado que Estados Unidos ha sido históricamente un aliado comercial “confiable y estable” de la Comunitat Valenciana con un intercambio “provechoso para ambas partes”.
Estados Unidos es el principal socio comercial de la economía valenciana de fuera de la Unión Europea. De hecho, en 2024, fue el cuarto destino de exportador de productos valencianos por un valor de 2.850 millones de euros.
Más de 8.500 empresas de la Comunitat Valenciana exportan e importan y cerca de 150 empresas están implantadas en Estados Unidos. Otras 4.300 empresas valencianas realizaron ventas en 2024 y, de ellas, un tercio son exportadoras regulares.