Las fiestas de la Magdalena 2025 llegaron a su gran cierre con un espectáculo vibrante de música, luz, pirotecnia y color, cortesía de Xarxa Teatre. Este evento final, que congregó a miles de personas, se convirtió en una despedida memorable para los festejos más importantes de la ciudad de Castellón.
El momento culminante llegó cuando, a las 22:00 horas, las reinas de las fiestas, Paula Torres y Carla Ibáñez, proclamaron con emoción el tradicional grito de «Magdalena!». La multitud reunida en la plaza Mayor respondió al unísono con un enérgico y sentido «Vítol!», marcando así el final de una celebración que dejó huella en toda la ciudad.



Un desfile lleno de música y color
Las horas previas a la Magdalena Vítol a la clausura estuvieron llenas de emoción, comenzando con el desfile final que recorrió la avenida Rey don Jaime . En esta colorida procesión participaron las reinas, las damas de la ciudad, las emblemáticas gaiatas y numerosos colectivos festeros. El recorrido estuvo acompañado por la música de bandas internacionales, que añadieron un toque especial a la despedida.
Los asistentes disfrutaron de coreografías y bailes que hicieron del trayecto una fiesta en sí misma. El desfile concluyó frente al Ayuntamiento, donde se instaló una tarima especial para recibir a las madrinas y a los presidentes de las 19 gaiatas. Desde allí, disfrutaron de la última velada de la Magdalena Vítol, acompañados de música y animación, en un ambiente de alegría y nostalgia tras un año de intensa preparación y vivencias festivas.



Un cierre inolvidable de la Magdalena Vítol 2025
El espectáculo final de Xarxa Teatre fue la guinda del pastel, combinando tecnología, tradición y arte en una puesta en escena que fascinó a los presentes. Con fuegos artificiales iluminando el cielo de Castellón, la ciudad se despidió de sus fiestas patronales con la promesa de volver a vivirlas con la misma pasión el próximo año.
Así, la Magdalena 2025 cerró su capítulo con una noche inolvidable, dejando en el corazón de los castellonenses el recuerdo de una celebración única, en la que la música, la cultura y la identidad local brillaron con luz propia.
Y mientras las luces de la fiesta se apagan, ya ha comenzado la cuenta atrás para la Magdalena 2026, un nuevo año de ilusión y tradición que Castellón espera con entusiasmo.


