Las Fallas de Burriana 2025 llegaron a su fin con la tradicional Nit de la Cremà, en la que las llamas consumieron los monumentos falleros, viéndose reducidas a cenizas y poniendo el broche de oro a unas fiestas marcadas por la emoción y la devoción. A pesar de las dificultades provocadas por la lluvia, que obligaron a suspender algunos actos como la Nit del Foc, el 19 de marzo brindó una tregua por la noche permitiendo que la Cremà se desarrollara sin contratiempos.
La jornada comenzó con la Ofrenda de flores a la Mare de Déu de la Misericòrdia, patrona de Burriana, un acto cargado de simbolismo en el que falleros y vecinos mostraron su fervor y compromiso con la tradición. Ya por la noche, las fallas infantiles ardieron a las 20:00 horas, mientras que las fallas mayores se despidieron entre llamas a las 22:00 horas, cerrando las festividades.




Las comisiones falleras no solo despidieron sus monumentos, sino también uno de los años más lluviosos que recuerdan en la semana fallera. Las intensas precipitaciones dificultaron el desarrollo de algunos eventos y pusieron a prueba la resiliencia de los falleros, que, con esfuerzo y dedicación, lograron que la fiesta siguiera adelante.
Este 2025, las Fallas de Burriana llegan han vuelto a demostrar por qué son consideradas Fiestas de Interés Turístico Autonómico, atrayendo a miles de visitantes y consolidándose como un referente cultural en la Comunidad Valenciana. La combinación de arte, sátira y comunidad ha permitido que, a pesar de las adversidades climáticas, Burriana despida sus Fallas con el orgullo de haber mantenido viva una de sus tradiciones más queridas. Y ahora ya mira hacia