Las negociaciones del convenio colectivo del sector azulejero en Castellón han alcanzado un punto muerto tras la cuarta reunión entre la patronal Ascer y los sindicatos CCOO y UGT. La organización empresarial ha decidido posponer cualquier acuerdo hasta que se aclare en el Congreso de los Diputados la propuesta de reducción de la jornada laboral a 37,5 horas semanales, iniciativa impulsada por el Gobierno, pero que aún carece del respaldo parlamentario necesario.
Frente a la falta de progresos en aspectos clave como la revisión salarial, la salud laboral y la reducción de jornada, los sindicatos han emitido un ultimátum: si en la próxima reunión, programada para el miércoles, Ascer no presenta propuestas concretas, se procederá a la planificación de movilizaciones. Entre las medidas contempladas se incluyen concentraciones de trabajadores y protestas escalonadas que podrían culminar en huelgas, como ha ocurrido en ocasiones anteriores.
Desde Ascer justifican su postura en la incertidumbre generada por la posible reforma laboral, señalando que el impacto de la reducción de jornada es un factor que deben considerar en la negociación. No obstante, los sindicatos subrayan que esta situación no debe obstaculizar el diálogo sobre otros asuntos fundamentales para los trabajadores, como el incremento salarial, la disminución de la siniestralidad y el reconocimiento de pluses por condiciones laborales adversas.
Aunque se han logrado avances en cuestiones secundarias, como la regulación del teletrabajo o protocolos LGTBI, la falta de acuerdo en los temas salariales y de jornada laboral mantiene vigente el conflicto. La reunión del miércoles será crucial para definir el rumbo de las negociaciones y la posible convocatoria de protestas en el sector cerámico.