La localidad de Betxí ha brillado en la Feria Internacional de Turismo (FITUR) gracias a la presentación de su evento más emblemático: la TransBetxí, una singular carrera que este año celebra su 35 aniversario. La alcaldesa, Carla Nebot, fue la encargada de desvelar los detalles de esta prueba que combina deporte, tradición y cultura, y que ha logrado consolidarse como un referente en la provincia de Castellón y más allá.
Una tradición que cruza fronteras
Desde su creación en 1988, la TransBetxí ha recorrido caminos y senderos tanto del término municipal como de los pueblos vecinos, atrayendo a participantes y curiosos de toda España e incluso del extranjero. La prueba es tan peculiar que incluye la participación de equipos internacionales, como los procedentes de Alemania, que compiten en una de sus categorías.
La edición de este año tendrá lugar entre el 25 y el 27 de abril, coincidiendo con el segundo fin de semana de Pascua. Sin embargo, la TransBetxí no es una carrera convencional: sus protagonistas son motocultores, vehículos agrícolas que se convierten en auténticos bólidos gracias a la destreza y creatividad de los participantes.
Del campo a la pista
«La TransBetxí comenzó como una idea de un grupo de amigos que querían recrear su propio Dakar, utilizando los motocultores que al día siguiente volvían a ser herramientas de trabajo para labrar los campos de naranjos», explicó Nebot durante la presentación. En sus inicios, participaron nueve equipos cuyo principal objetivo era disfrutar, pero la prueba ha crecido exponencialmente, hasta involucrar a toda la comunidad.
Actualmente, los equipos, formados por un piloto y un copiloto, diseñan y adaptan sus propios motocultores, con la ayuda de familiares y amigos, dando lugar a verdaderas joyas mecánicas que se exhiben durante la competición.
Más que una carrera, un símbolo de Betxí
«La TransBetxí es mucho más que un evento deportivo: es una celebración de nuestra identidad, una mezcla de cultura agrícola, creatividad y espíritu comunitario», afirmó la alcaldesa. «Estos motocultores, que en su día eran herramientas esenciales para el campo, se transforman en auténticos ‘fórmulas uno’ del ámbito rural, lo que nos llena de orgullo».
Categorías y emoción para todos
Este año, la carrera contará con tres categorías principales:
- Prototipo: para motocultores completamente personalizados.
- Agria: reservada para modelos de una marca específica.
- Clásica: que homenajea a los diseños más tradicionales.
Con cada edición, la evolución técnica de las máquinas y el incremento en el número de participantes han convertido la TransBetxí en un evento cada vez más emocionante. «Invitamos a todos a disfrutar de esta experiencia única, donde deporte, cultura y tradición se dan la mano», concluyó Nebot.
La TransBetxí no solo pone en valor las raíces agrícolas de Betxí, sino que se ha convertido en un motivo de orgullo para sus habitantes y en una cita ineludible para quienes buscan una combinación de adrenalina, diversión y autenticidad.