Hacer deporte, apuntarme a un gimnasio, leer más, comer mejor, dejar de fumar, pasar tiempo con la familia, aprender idiomas, viajar… El inicio de un nuevo año invita a plantearse retos que, con frecuencia, quedan en la lista de pendientes para el próximo diciembre. Pero ¿por qué nos planteamos propósitos de Año Nuevo? ¿Y por qué casi nunca logramos cumplirlos?
«Proponernos objetivos de Año Nuevo es una práctica casi universal, tanto como no cumplirlos», explica la psicóloga Nieves Cerdá. De hecho, varias investigaciones respaldan esta tradición en todo el mundo. De ellos, Cerdá cita el estudio de Kaitlin Woolley (Universidad de Cornell) y Ayelet Fishbach (Universidad de Chicago), según el cual más de la mitad de las metas anuales (55,2%) están relacionadas con la salud: hacer más ejercicio, comer sano y adoptar hábitos saludables. El 34,4% tiene que ver con el trabajo o las finanzas: ahorrar, aprender algo nuevo u organizarse mejor. Solo el 5,2% de los propósitos son de carácter social, como pasar más tiempo con la familia o disfrutar de la vida.
Los 10 propósitos más comunes para el 2025
- 1. Mejorar la condición física: hacer ejercicio y adoptar hábitos saludables.
- 2. Perder peso.
- 3. Cambiar hábitos alimenticios y optar por una alimentación más equilibrada.
- 4. Reducir el estrés y promover el bienestar emocional.
- 5. Ahorrar dinero y gestionar mejor las finanzas personales.
- 6. Dejar de fumar.
- 7. Aprender algo nuevo, como idiomas.
- 8. Pasar más tiempo con la familia y amigos.
- 9. Dedicar más tiempo a hobbies, como leer.
- 10. Viajar más.
Todos ellos objetivos loables y relativamente factibles. Sin embargo, las estadísticas revelan que menos de la mitad sobreviven al mes de febrero, y solo el 8% de las personas los cumplen al finalizar el año. La psicología explica por qué y cómo lograrlo (o, al menos, intentarlo). La clave está en disfrutar.
¿Cómo cumplir tus propósitos de Año Nuevo?
Disfruta del proceso: Según la psicóloga Nieves Cerdá, “no basta con que un propósito sea importante; lo que realmente determina el éxito es cuánto disfrutamos del esfuerzo por alcanzarlo”. Un estudio en Personality and Social Psychology Bulletin confirma que el disfrute es el factor clave para la persistencia en cualquier objetivo a largo plazo.
Evita el «debería»: La lucha interna entre lo que creemos que debemos hacer y lo que realmente queremos puede sabotear nuestras metas. Cerdá recomienda enfocarse en convertir los objetivos en rutinas automáticas. «Cuando logramos establecer hábitos, la resistencia interna desaparece, y los beneficios del esfuerzo actúan como recompensa».
Establece metas específicas y realistas: Plantear objetivos vagos como «voy a hacer más deporte» suele ser ineficaz. En su lugar, diseña un plan concreto, como “ir al gimnasio lunes, miércoles y viernes a las 7 pm”. Si estás comenzando, evita objetivos poco realistas como correr cinco kilómetros diarios. Ajustar tus expectativas te ayudará a evitar frustraciones.
No te castigues si fallas: Si no lo consigues este año, en 365 días tendrás otra oportunidad para empezar de nuevo.