Belén de Marcos
Castellón puede parecer una provincia “de veraneo” y, por tanto, atrae a más turistas en la época estival. En concreto, este verano 2024 las oficinas de turismo de pueblos y ciudades de Castellón han atendido a más de 11.872 usuarios. Pero, el interior de la provincia y su costa sigue siendo una “joya” en otoño. Las hojas cambian de color, las temperaturas se suavizan y los lugares están menos transitados.
En lo alto del ránking de cinco de pueblos que visitar antes de que llegue el frío invernal está Morella. Morella es una joya arquitectónica cuyas calles transportan a la Edad Media. En concreto, su imponente castillo, sus murallas y sus callejuelas junto al colorido de las hojas de los árboles y la piedra de sus edificios, crea un paisaje de ensueño.
Morella es un lugar ideal para visitar hasta el solsticio de invierno porque el clima es suave, perfecto para pasear y disfrutar de la tranquilidad del pueblo. Por otra parte, uno de sus grandes atractivos es su gastronomía y en otoño, temporada de setas, son muchos los restaurantes que potencian estos productos junto a la carne, el queso o el vino de Els Ports.
En segundo lugar, está Peñíscola. Aunque pueda parecer que es un lugar únicamente para ir en verano, en otoño las playas se vacían y el pueblo adquiere un aire más tranquilo y relajado. Podrás disfrutar de largos paseos por la playa, visitar el castillo y perderte por sus callejuelas sin las aglomeraciones características de julio y agosto. Su característico castillo del Papa Luna sobre un peñón rocoso, sus calles blancas y sus vistas al mar lo convierten en una de las localidades costeras más bonitas de la Comunidad Valenciana.
Vilafamés, también conocido como la «Toscana española», es un pueblo con un gran patrimonio histórico y artístico. Sus casas empedradas, su castillo y su iglesia son algunas de las joyas que podrás descubrir. Además, en otoño es la época perfecta para disfrutar de su entorno natural, sus rutas de senderismo y terminar la mañana con una buena comida y una copa de vino autóctono.
Le sigue Culla, un pueblo que parece sacado de un cuento. Sus características casas y calles empedradas lo convierten en un lugar perfecto para visitar en otoño por la tranquilidad del pueblo y de sus alrededores, como el Parque Natural de la Sierra de Calderona.
Por último, Ares del Maestrat, un pueblo con un encanto especial, situado en el corazón del Maestrazgo. El entorno de Ares del Maestrat ofrece numerosas rutas de senderismo de diferentes niveles, ideales para explorar la zona y descubrir sus rincones más escondidos. Además, el pueblo conserva un rico patrimonio histórico, con su castillo, iglesia y calles.
Desde lo alto del castillo, tendrás unas vistas panorámicas impresionantes del pueblo y de la comarca. Todo esto, junto a su gastronomía típica de otoño, con platos típicos de la temporada, como las setas y las castañas, convertirán la visita al pueblo en una experiencia muy agradable.
Belén de Marcos
Imágenes: Turisme Comunitat Valenciana