La mancomunidad de Espadán Mijares es un tesoro que combina la belleza natural con un rico patrimonio cultural cautivando a sus visitantes por sus impresionantes paisajes, su historia y su tradición cultural, y es que la historia del territorio se remonta a tiempos antiguos, con vestigios que datan de la época íbera y romana.
Comenzamos en Sueras, donde encontramos las ruinas de algunas alquerías y los primeros asentamientos del siglo XII. También de este mismo siglo, en Aín, destaca el Castillo árabe o Castillo de Benialí -catalogado como Bien de Interés Cultural-, y los restos de la Guerra Civil, como trincheras y fortines excavados en el terreno. En esta época también se abandonaron poblados enteros, como Jinquer, en Alcudia de Veo, donde además de maravillarte con sus dos castillos, se puede volver al pasado recorriendo sus ruinas y disfrutando de bellísimos paisajes.
En cuanto a los diferentes cascos urbanos, en Ribesalbes una visita obligada es el museo, un edificio señorial de tres plantas que acoge una importante muestra de piezas cerámicas y las colecciones más impresionantes de fósiles encontrados en uno de los yacimientos del mioceno inferior de toda Europa. Además, las estrechas calles y casas blanquecinas de las diferentes localidades conservan el aspecto que tenían durante la época morisca, como por ejemplo en Vallat; dondese encuentra su iglesia del siglo XVIII, en Torrechiva; la Torre de la misma época y la iglesia del siglo XIX, y Villamalur, con un castillo del siglo XI y diez torrecitas moriscas que rodeaban toda la cima de la montaña.
En el centro de Espadilla se encuentra la Iglesia de San Juan Bautista de estilo corintio y La antigua Casa Abadía del siglo XVII, del mismo siglo que la Iglesia barroca de la Asunción de Fanzara y la iglesia de estilo barroco de San Roque, en Fuentes de Ayódar.
¿Y sabíais que en Torralba del Pinar se conserva la Iglesia del siglo XVIII con dos cruces que los mozos grababan cuando iban a partir hacia la guerra con la intención de recibir protección y poder volver al pueblo?
En Tales, el recorrido cultural e histórico nos conduce hasta su Castillo del siglo XII que rememora los conflictos bélicos del siglo XIX, pasando por la Torre de Cabrera, que soportó todas las revueltas durante siglos. Además, en busca de palacios, destaca el Palacio Feudal en Toga, el Torreón de Ayódar -el cual puede avistarse toda la población-, y dos torres de Argelita; la Torre Cuadrada,-que fue el principal cuerpo de uno de ellos del siglo XIII-, y la Torre Redonda, que también formaba parte de su estructura exterior.
Si buscas algo que te sorprenda, sin duda debes visitar las calles de Fanzara, donde encontrarás más de más de 150 intervenciones artísticas, testimonio del trabajo de 73 artistas durante las cinco ediciones de funcionamiento del festival. Caminar por las calles de Fanzara es sinónimo de caminar por el MIAU: un museo sin puertas ni salas en el que poder disfrutar de lo que la fusión entre lo contemporáneo y lo tradicional ha sido capaz de crear en este lugar.
En conclusión, Espadán Mijares es mucho más que un paisaje impresionante; es un reflejo de la historia y la cultura. Su patrimonio crea una experiencia auténtica para aquellos amantes de la historia. A través de su patrimonio arquitectónico, tradiciones arraigadas y entorno natural excepcional, este rincón de España nos recuerda la importancia de honrar nuestras raíces.
Foto de portada: Aín. Su simbólico molino es parada obligada para todos los senderistas