Si bien cuando llega el calor, tratamos de ofrecer consejos para cuando empezamos a vestir sandalias, lucir unos pies sanos y bonitos. Con la llegada del otoño, volvemos a ir poco a poco tapando nuestros pies y desde el Ilustre Colegio Oficial de Podólogos de la Comunidad Valenciana (ICOPCV) aseguran que “es esencial prestar atención a los calcetines que utilizamos porque ellos también influyen en la salud de los pies”.
“Hemos de tener en cuenta que el calcetín es la primera prenda que está en contacto con nuestros pies, por tanto, la relación de nuestro pie con él influirá también a la que éste tendrá con el calzado y con la pisada”, afirman.
Entre las alteraciones más comunes en los pies relacionadas con los calcetines destacan la hiperhidrosis (exceso de sudoración), hongos producidos por el exceso de sudoración, laceraciones, úlceras en personas diabéticas que utilicen calcetines con costuras, o empeoramiento de problemas circulatorios si éstos oprimen en los tobillos, por ejemplo.
Desde el ICOPCV se ha señalado que a la hora de seleccionar nuestros calcetines hemos de tener en cuenta diferentes variables:
- Si se va a practicar deporte o no.
- En el caso de que se practique deporte, se escogerá en función de la displina que se vaya a realizar.
- El terreno por el que nos vamos a mover.
- La duración de la actividad.
- La temperatura ambiental.
También hay que tener en cuenta patologías de las personas como si padecen diabetes, problemas circulatorios, dérmicos o hiperhidrosis. En estos casos, resultan muy adecuados calcetines fabricados con fibras naturales de origen marino y fibras de plata que favorecen la regeneración cutánea, así como la eliminación del exceso de sudoración al exterior. Esto evita la proliferación de bacterias. Si a esto le sumamos una estructura óptima, se intensifica la sensación de confort de estos calcetines por tratarse de calcetines sin costuras, que evitan comprometer el retorno venoso así como la fricción y, por tanto, la aparición de rozaduras.