Rosa Rochera
El viaje que propongo en este número es Petra, la ciudad perdida de los Nabateos. Situada en Jordania, un país pequeño con un 75% de territorio desértico, es un reino, el Hachemita, y vecinos como Siria, Israel, Irak y Arabia.
La civilización nabatea emergió en el siglo VI antes de Cristo. Hábiles en el comercio, sobre todo con China e India, Petra fue un cruce comercial que establecieron como punto estratégico. Se encuentra en Jordania (Oriente medio). Ubicada en el valle de Araba (entre el Mar Muerto y el golfo de Aqaba), la ciudad era inaccesible a sus invasores, al igual que sitiarla y llegar hasta ella, pues debían cruzar el prodigioso y bello desfiladero llamado el Siq, que termina en la misma Puerta del Tesoro y da paso al vasto y montañoso valle que albergaba la ciudad.
El Siq es como un laberinto zigzagueante, cuyas paredes formadas por roca arenisca alcanzan entre 90 y 120 metros de altura. A veces se estrechan tanto que parecen atraparte con distintas formas y colores ondulantes que te impiden ver el cielo y a la luz del sol rozarlas. Pero a la vez estas paredes escondían canalizaciones para llevar el agua a la ciudad, así como nichos ocultos para vigías u otras necesidades de defensa y subsistencia. Petra fue, pues, en su tiempo parada obligatoria de las grandes rutas comerciales terrestres de Oriente.
Una de las experiencias “más mágicas” de mis viajes fue en el Siq, la llamada “the night of candles” (la noche de las velas). Tuvimos la suerte de que un ingeniero alemán que trabajaba en Amán, cogiera los tickets para nuestro grupo, coincidiendo con una hermosa luna llena. Y desde el cercano hotel hasta la entrada del Siq sólo nos alumbraba la luna. Al llegar al desfiladero íbamos con expectación y hablando en voz baja, pero a la entrada se nos pidió silencio. La luna desapareció por las altas paredes y un camino alumbrado por más de mil velas (1,2 km) nos hizo enmudecer. Empezó a sonar una bonita melodía de flautas que te iba envolviendo en un recogimiento y expectación casi religioso.
La llegada a la Puerta del Tesoro no defrauda, llena de velas encuentras a los músicos y otra vez la luna, hacían que el Valle pareciese encantado.
A la mañana siguiente y temprano hicimos el mismo recorrido pero esta vez para visitar el Valle y la ciudad de Petra.



El viaje
•Vuelo: Desde Madrid o Barcelona al aeropuerto Reina Alia a 35 km de Aman son 5.30 horas aproximadamente. Vuelan las compañías Iberia, Royal Jordan y Ryanair. Os recomiendo que contratéis el viaje por una agencia, no son países fáciles de manejar y es mejor contratar servicios con garantía y podréis optar a visitar otros lugares de interés, como hice yo, cercanos a Amán.
• •Equipaje: Ropa ligera y cómoda. Buenas zapatillas, sombrero o gorra, buenas gafas de sol, ya que éste es implacable (de 11 horas a 16 horas). Otoño y primavera son recomendables para este viaje. Recorrer el valle es una odisea: caminar, escalar y acceder a puntos de interés requiere tener buena forma física. En mi caso nos lo recorrimos a pie, yo lo prefiero a otros medios que se ofrecen: a lomo de camellos y burros, pequeños jeeps o tartanas.
• •Hotel: En Petra, hay varios y de categorías que os acomoden. Yo puedo hablaros del que me alojé, EDOM hotel, Petra.
•Visitar: Con el Siq y la Puerta del Tesoro tenéis un 50% ya visto. En el Valle, las Tumbas reales, Monasterio de Petra, Teatro Nabateo y el primer mirador del Valle, es lo fundamental. Hay que tener en cuenta que los vestigios de estas edificaciones que han pervivido en Petra, sus fachadas, están esculpidas sobre las mismas formaciones rocosas, así como su interior son grutas inmensas, en su tiempo estancias, salones o mausoleos de edificios importantes. Lo impactante es contemplarlo, tan desértico, circundado por colosales piedras y montañas, y pensar que en su día albergó tan magnifica ciudad.
• •Comer: Es muy distinta a nuestra comida mediterránea. Mirad y lo que os apetezca, pero recordad, siempre hervido o cocido (el humuus, albóndigas de carne, pollo, kebab, brochetas …, muy condimentado). Beber agua mineral embotellada, cerveza, Coca cola, etc. Todo precintado. Los dulces son exquisitos pero para muy golosos, ya que están hechos de miel, nueces, hojaldre, etc.
• •Compras: Productos de belleza del Mar Muerto, bordados, joyas de plata, tejidos, todo con reminiscencias beduinas de rico colorido. Hacedlas en sitios fiables, recomendados, incluso en los hoteles. Puede haber muchas falsificaciones.
Lugares de interés que podéis visitar cerca de Amán:
El Mar Muerto: En el camino a Petra desde Amán, os recomendaría parar dos días en alguno de sus resorts u hoteles (yo me alojé en el Movenpick Resort a orillas del Mar Muerto). Flotar en un mar 400 metros por debajo del nivel del mar y su baño de arcilla, es una experiencia a probar.
Jerash: A sólo 48 km de Amán se encuentra este complejo, donde las ruinas romanas denotan la expansión de su Imperio. Sus ruinas son las mejor conservadas, pues estuvieron ocultas bajo la arena hasta hace sólo 70 años.
Amán: Interesante por ser la capital, pero hay que vestir ropa decorosa, pañuelo o foulard para acceder a muchos lugares. No puedo deciros mucho, ya que quise visitarla con una amiga de viaje (sin acompañante masculino, sólo el taxista jordano) y a pesar de vestir sin escotes y con rebeca y foulard, no pudimos acceder a lugares como la mezquita del rey Abdullah, el palacio Omeyas, el Bukari market, etc.
Monte Nebo: Donde Moisés divisó la tierra prometida.
El Castillo de Karak: Fortaleza que se conserva como ejemplo de las cruzadas cristianas en el llamado Camino de los Reyes.
Betania y el río Jordán: Hoy con poquita agua, pero de gran significado para los cristianos (allí bautizó San Juan el Bautista a Jesucristo).
Un pensamiento personal…
Petra es impactante, pero hubo otras cosas que me golpearon la memoria y me hicieron pensar: desde el Mar Muerto y en la parte jordana, ver en la noche las luces de Israel al otro lado, especialmente Jerusalén y Belém.
El río Jordán, frontera natural del conflicto que perdura a través de los siglos con los palestinos (Cisjordania y la franja de Gaza), y que lejos de terminar se reviven tensiones periódicamente. Jordania ejerce un papel mediador.