El pasado sábado fallecía a los 87 años de edad Francisco Ibáñez Talavera (Barcelona; 15-3-1936), con total seguridad el más importante dibujante e historietista de nuestro país. Mortadelo y Filemón, Pepe Gotera y Otilio, los vecinos del 13 Rue del Percebe, Rompetechos o el botones Sacarino son algunas de sus legendarias creaciones. Un legado que, a pesar de su marcha, quedará para todos los amantes del arte, de los cómics y de los personajes con personalidad propia.
Ibáñez estudió Comercio y Peritaje Mercantil, llegando a trabajar en el Banco Español de Crédito en la década de los 50. A partir de 1957 se dedicaría en exclusiva al dibujo, trabajando para varias editoriales, principalmente para Bruguera.
Muy pronto se convirtió en un icono para multitud de generaciones de españoles y un ejemplo para todos los dibujantes nacionales, pero también fuera de nuestras fronteras. De exitosas se pueden catalogar sus publicaciones en Iberoamérica y en Europa, especialmente en Alemania.
Entre los premios y reconocimientos obtenidos a lo largo de su dilatada carrera destaca el Gran Premio a la Trayectoria en el Salón Internacional del Cómic de Barcelona de 1994 o la Medalla de Oro de Bellas Artes en 2002 entre otros innumerables premios o reconocimientos.