Cuando Toño Piñeiro, gallego pero vecino de Vila -real, adquirió una casa en la localidad de Sober (Lugo) y se dispuso a realizar una profunda reforma no esperaba encontrarse con las sorpresas que le depararían los muros de aquella casa abandonada desde hacía 40 años. Y es que durante el proceso de rehabilitación de la vivienda hasta seis son los viejos botes de cacao en polvo que han aparecido repletos de billetes de las antiguas pesetas, todos ellos bien escondidos entre las paredes, y que llegan a sumar un total de 54.000 euros, nueve millones de pesetas, hasta el momento, ya que la casa aún está en pleno proceso de reforma.
Al parecer la casa perteneció a Manuel do Xentes, trabajador de una fábrica de ladrillos y tratante de ganado que falleció sin dejar herederos.
Sin embargo no todo han sido facilidades. Debido a que los botes han ido apareciendo en diversas fases de la rehabilitación Toño solo ha podido cambiar a euros el primer hallazgo, cinco millones de pesetas, 30.000 euros. El resto del dinero encontrado ya fue hallado fuera del plazo que el Banco de España había otorgado para el cambio de pesetas por euros.
Toño deberá esperar ahora a la aparición de algún coleccionista interesado en las piezas encontradas. El primer interesado en ellas ya ha surgido. Se trata de Pepe Cruz Novillo, hijo de José María Cruz Novillo, el grafista que diseño todos los billetes que se pusieron en circulación entre 1979 y 1985. Pepe Cruz, ha comentado en su propia cuenta de Twitter, su interés por los billetes, ya que, seguramente, con ellos podría sustituir los que le fueron robados a su padre en el estudio que poseía en Madrid y con ello poder completar diversas series de la colección. Está por ver que realmente los billetes encontrados en la casa puedan resultar de valor para la familia Cruz Novillo, pero lo que sí es seguro es que el hallazgo de Toño le va a reportar nuevas experiencias que quizá, quien sabe, aún le reporten algo más de beneficio económico. El tiempo lo dirá.
Foto: Sober (Lugo) – www.concellodesober.com