La Policía Nacional viene detectando en los últimos tiempos un considerable aumento en los timos y estafas que tienen como víctimas principales a personas de edad avanzada. Uno de los que últimamente se ha tenido constancia en las comisarías de policía es aquel en el que el timador se hace pasar por un supuesto familiar de un conocido de la víctima. Una vez entablada la conversación, que suele producirse cerca de centros sanitarios, el delincuente finge estar en apuros debido a que a su familiar se lo han tenido que llevar a un centro hospitalario por un tema urgente y grave y él no se ha podido desplazar hasta allí porque, por ejemplo, no le han dejado acompañarlo en la ambulancia. Con ese pretexto le solicita a la víctima el dinero necesario para poder trasladarse en taxi y le explica que puede pasar a recobrar el importe por el domicilio de esa persona con la que, supuestamente, tiene relación familiar y que la víctima conoce.
Cuando la persona timada acude a ese domicilio con lo que se encuentra es que esas personas que él sí conoce no tienen nada que ver y no han tenido a ningún familiar hospitalizado.
Para llevar a cabo este tipo de timos los delincuentes observan primero a sus posibles víctimas, eligiendo normalmente a las de mayor edad y que transitan solas. La conversación suele iniciarla con un efusivo saludo identificándose como el familiar de alguien de la calle en la que vive la víctima. Dependiendo de las respuestas de la persona objetivo del timo el timador va cambiando el relato o los detalles para tratar de convencer al timado de su auténtica relación con un supuesto conocido.
Los consejos que aporta la Policía Nacional para evitar este tipo de timos es el de informar bien a nuestros mayores de esta posibilidad, acompañarlos, en la medida de lo posible, y en el caso de que se haya llegado a producir el robo denunciarlo antes las fuerzas de seguridad.
Otros métodos
Otras de las estafas que se están detectando son las relacionadas con los contratos fraudulentos con compañías eléctricas o de telefonía. De nuevo son las personas mayores el objetivo principal. En estos casos el representante de la compañía se presenta en el domicilio y con diferentes excusas y propuestas intenta conseguir la firma de la víctima para el contrato con otra compañía diferente a la que tiene en ese momento. En ocasiones el contacto se produce vía telefónica y se intenta conseguir el consentimiento en línea y, por tanto, un nuevo contrato.
Otra forma, esta más sofisticada, es conseguir hackear los datos de una persona, también mayor normalmente, para dar de alta un nuevo contrato para otra compañía y, en ocasiones, incluso en otro domicilio.
Ante cualquiera de estas estafas el consejo es la denuncia inmediata ante la Policía Nacional y aconsejar a las personas mayores que no acepten ni firmen documentos sin comprobar previamente la veracidad y autenticidad de su origen, para lo cual deberemos ayudarles.