Vicent Ortells Gil
José Lacruz Vela, nacido el 4 de julio de 1996 en Sabiñán (Zaragoza), aunque viviendo desde muy pequeño entre Onda y Vila -real, disfruta en la actualidad de un momento profesional muy dulce. En 2018 fundó su propio estudio de arquitectura (pepelacruzarch; https://pepelacruzarch.com/), dedicado al diseño e investigación de proyectos innovadores de arquitectura y territorio y con el que ya ha obtenido diversos premios nacionales e internacionales, entre los que destacan la Beca Arquia 2018 con su propuesta “La piedra en el camino” y un tercer premio en el Association for Vertical Farming Award. Por si esto fuera poco, recientemente ha sido galardonado con uno de los premios del Europan 16, el que posiblemente es el concurso europeo más relevante del panorama internacional, que se caracteriza por promover el talento joven y dotar de encargos relevantes a sus ganadores.
Lacruz afirma que “aunque suene a tópico, siempre quise ser arquitecto, ya que es una profesión que te obliga y responsabiliza a imaginar mundos futuros. La arquitectura hoy en día no solo implica realizar edificios, sino dar respuesta a preguntas cada vez más complejas”, detalla.
Europan convoca bianualmente a arquitectos y arquitectas europeos menores de 40 años y cuyo lema para esta edición ha sido ‘Ciudades Vivas: Metabolismo & Inclusividad’.
Sobre este último premio obtenido Pepe Lacruz confiesa que “decidí presentarme al concurso Europan 16, ya que acababa de fundar mi propio estudio de arquitectura y sentía la necesidad de embarcarme en nuevos retos. Europan convoca bianualmente a arquitectos y arquitectas europeos menores de 40 años y cuyo lema para esta edición ha sido ‘Ciudades Vivas: Metabolismo & Inclusividad’. La edición contaba con 40 emplazamientos (municipios), 7 en España, distribuidos en 9 países y 677 propuestas finales a nivel europeo. Este concurso, a diferencia de otros, te permite explorar temas más complejos e interesantes que los tradicionales concursos que suceden a escalas más locales. Creo que todos los jóvenes arquitectos hemos ojeado antiguas propuesta de antiguas ediciones de Europan, como fuente de inspiración durante la carrera. Adicionalmente, si ganas el concurso, no solo recibes el premio económico, sino un futuro contrato con la entidad o administración adjudicataria, en mi caso el Ayuntamiento de Barcelona”, comenta.
Sobre los detalles del concurso en sí Lacruz admite que “una vez decidido que me quería presentar al concurso, me tocó examinar los 40 emplazamientos y sus respectivas bases, tratando de formular pequeñas ideas o soluciones que pudiesen tener un futuro potencial. Después de un arduo proceso, decidí presentarme por el emplazamiento de Barcelona, probablemente el que mayor extensión tenía de todos. Las bases proponían revitalizar y transformar, uno de los últimos polígonos industriales dentro de la ciudad de Barcelona: el Torrent de l’Estadella”, explica.
La participación en el Europan 16 supuso un enorme esfuerzo y dedicación. “Me costó aproximadamente 2 meses realizar lo propuesta entera, por lo que me tocó sacrificar gran parte del verano, aunque el resultado mereció la pena. La propuesta, llamada INDUSTRIAL RE-EVOLUTION, propone desarrollar y transformar el polígono industrial en un barrio híbrido-habitable-productivo. Entre los objetivos principales destacan: renaturalizar el polígono industrial, acercándolo a su condición de torrente medioambiental; conectar e integrar el polígono industrial con la ciudad colindante; y fomentar el carácter productivo del futuro barrio-polígono industrial Torrent de l’Estadella. El proyecto busca implementar esta serie de objetivos en tres escalas de intervención: Territorial, Urbana y Arquitectónica”. Para los interesados, todos los detalles del proyecto están disponibles en la web https://pepelacruzarch.com/industrial-re-evolution.
En diciembre de 2021, desde el Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos de España, contactan con Pepe Lacruz para informarle de que ha sido el ganador por el emplazamiento de Barcelona. “A mediados de diciembre, los 7 equipos ganadores se reunieron con sus respectivas organizaciones que se presentaron al concurso en Madrid, en mi caso con representantes del Ayuntamiento de Barcelona (Área de Ecología Urbana). La entrega de premios tuvo lugar el 3 de junio en el Palau de la Música Catalana, y fue presidido por Iñaqui Carnicero (director general de Agenda Urbana y Arquitectura, dentro del Ministerio de Transportes y Agenda Urbana), Marta Vall-Llosera (presidenta del Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos de España) y Manuel Blanco (presidente de Europan Europa)”, relata.
Y así es como se convirtió en uno de los proyectos ganadores. “El jurado elaboró que la propuesta fue galardonada con el primer premio debido a que abordaba el polígono industrial con una estrategia de múltiples facetas”. En palabras del propio jurado “apostando por una transformación gradual del emplazamiento, preservando así su identidad industrial como base para conseguir un entorno habitable que hibrida lo residencial y lo productivo. A partir de una lectura cuidadosa de lo existente y del potencial del lugar en conexión con el territorio circundante toma una serie de decisiones. En definitiva, la propuesta busca impactar tanto de forma gradual como duradera mediante incisiones estratégicas, aspirando a cierto nivel de autosuficiencia del área”.
En cuanto a las expectativas de futuro que puede generar un premio como este para un joven arquitecto Lacruz admite que “este premio es, sin duda, una de las mejores formas de lanzar una carrera profesional, ya que existen múltiples antecedentes de estudios de arquitectura europeos que comenzaron de esta forma, desde hace aproximadamente 30 años, algunos de ellos entre los estudios más importantes del panorama internacional. El premio te da la oportunidad de trabajar en proyectos de gran calibre, a los que no tendrías acceso de otra forma, y tener de clientes a entidades o administraciones importantes, como es el caso del Ayuntamiento de Barcelona”, admite.
Y echando una mirada hacia lo que está por venir en el mundo de la arquitectura finaliza confesando que “lo cierto es que la arquitectura del futuro va encaminada en múltiples direcciones. Cierto es que hay tendencias o pensamientos dominantes, como la sostenibilidad. Personalmente, creo que la arquitectura debería ir encaminada en la dirección colectiva multidisciplinar, donde el arquitecto se rodea de una serie de expertos en varias materias: sociólogos, biólogos, paisajistas, urbanistas… y dirige las soluciones a modo de director de orquesta”, concluye.