El reconocido festival de arte urbano reunirá del 30 de junio al 3 de julio a una veintena de artistas en Fanzara
Después de dos años sin ella, la Muestra Internacional de Arte Urbano de Fanzara regresa en este 2022 a propuesta de sus propios vecinos que, en estos últimos coletazos de la pandemia, se han puesto manos a la obra para retomar una cita muy importante para el municipio.
Será del 30 de junio al 3 de julio cuando alrededor de 20 artistas tomaran las calles de un pueblo que les acoge con los brazos abiertos. Ocho muralistas, dos escultores, cuatro grupos musicales, dos formaciones de danza protagonizarán la programación de este 2022 en la que también habrá una performance que precisamente en la MIAU iniciará recorrido.
Después de seis exitosas ediciones y dos años de descanso obligado, los habitantes de Fanzara retoman ilusionados la muestra con el objetivo de pasarlo bien, conocer gente y sobre todo que la muestra consiga mantener el equilibrio en su apuesta por un turismo sostenible.
Para ello las ocho personas que integran la organización y los aproximadamente 260 vecinos y vecinas abren las puertas de su pueblo y de sus casas para dar la bienvenida al arte urbano, a músicos, pintores, cantantes, escultores… que volverán a situar a Fanzara en un referente cultural sin metas, sin fronteras.




M.I.A.U., desde 2014, creando experiencias de convivencia
Rafa Gascó y Javi López , presidente y vocal de la Asociación MIAU respectivamente, aseguran que la muestra constituye “una ventana abierta al mundo”
Tener la oportunidad de conocer a fondo el origen y sentido de este festival de arte urbano es un privilegio cuando son Rafa Gascó y Javi López quienes nos lo explican. Ambos fueron impulsores en su día y hoy siguen al pie del cañón, en el seno de una asociación sin ánimo de lucro que aboga por llevar este festival, tal y como ellos mismos reconocen, “hacia donde los vecinos de Fanzara quieran”.
Pero remontémonos a los inicios. La MIAU realmente surge como respuesta a una problemática que dividió y enfrentó a Fanzara. “En 2005 se presentó un proyecto para instalar un vertedero en nuestro municipio, lo que supuso una gran división en el pueblo, porque muchos vecinos se posicionaron en contra”, introduce Javi López . La situación derivó con la creación de una plataforma que presentó alegaciones y luchó contra el vertedero hasta que, en 2011, y después de las elecciones municipales, cambiara el gobierno municipal. “El nuevo equipo de gobierno retiró el proyecto, pero Fanzara, después de años de enfrentamiento y división, era un pueblo con una convivencia muy complicada”, reconocen Rafa y Javier , quienes preocupados por el ambiente que se vivía en el día a día, tenían claro que había que promover alguna iniciativa para atraer gente al pueblo. “En nuestras cabezas rondaba alguna idea de poder hacer algo de arte urbano, quizá pintar algún mural, pero ciertamente era más un sueño que una iniciativa real”, explican, “aun así lo intentamos”. Y para ello contactaron con Miguel Abellán, un artista urbano cuyo nombre artístico es Pincho, que no solo creyó en la idea, para algunos utópica, de Javier y Rafa, sino que tras conocer Fanzara y sus posibilidades, les aseguró que en dos meses Fanzara tendría su muestra de arte urbano, ante la sorpresa de los dos promotores.
“A partir de aquí venía una de las fases más complicadas”, recuerdan, “pues había que explicar lo que nosotros entendíamos del proyecto a los vecinos para conocer su opinión”, indica Rafa Gascó. Y aunque en un principio parecía que los vecinos no lo entendían, al final accedieron, “suponemos que confiaron en nosotros”, admiten Rafa y Javi.
Cuatro días, 21 artistas y 44 intervenciones
En julio de 2014 se decidía que Fanzara tendría su muestra en septiembre del mismo año. En dos meses, con Pincho al frente, los números de aquella primera edición acabaron siendo “21 artistas y 44 intervenciones en cuatro días”, recuerdan con satisfacción. “Pero más allá de los números, lo importante fue que los artistas vinieron de forma voluntaria, a gastos pagados, y a convivir con la gente de un pueblo que en muchos casos no había salido nunca de su entorno”, detallan Gascó y López . “Los artistas se alojaban en las casas de los propios vecinos y eran estos los que cocinaban para todos ellos”, añaden para explicar lo que supuso aquella primera experiencia. Una experiencia que no terminó una vez clausurada la muestra. “A las pocas semanas observábamos como empezaba a llegar gente con sus cámaras…”.
Después de seis ediciones, por Fanzara han pasado 85 muralistas y en su conjunto más de 150 artistas de diferentes disciplinas.
Un proyecto consolidado que aboga por un turismo sostenible
Efectivamente la primera edición de la MIAU ya había convertido al municipio en un reclamo turístico. Los turistas empezaban a llegar los fines de semana buscando guías callejeros, después empezaron a llamar los primeros colegios para ver si había visitas guiadas, luego la solicitud de los primeros talleres de grafiti… “A cada una de estas demandas íbamos respondiendo”, recuerdan entre risas. “Elaboramos guías callejeros, creamos un punto de información, luego empezamos a atender visitas guiadas y más tarde organizamos talleres de grafitis…”, señalan. La MIAU fue creciendo a demanda de los propios usuarios, vecinos, seguidores… “Pero siempre hemos tratado de mantener un equilibrio”, matizan, “pues es bueno que nuestro pueblo sea visitado y cause un interés, pero demasiado”, continúan, “pues nuestra gente no quiere llegar al bar y ver todas las mesas ocupadas, por ejemplo, nunca hemos querido que nuestro museo al aire libre suponga un vuelco para el pueblo, por eso hablamos de que apostamos por un turismo sostenible”.
Para los vecinos de Fanzara, la MIAU nació con la intención de unir a un pueblo en un mismo objetivo, para convertirse en una experiencia, una convivencia, “en una ventana abierta al mundo, ese mundo que traen los artistas y que, en muchas ocasiones nuestros vecinos solo conocen a través de las experiencias que les cuentan todos ellos”, afirman. Y así Fanzara también es un pueblo señalado en el mapa mundial. “En 2014 un Mural del artista valenciano Dey fue elegido entre los diez mejores del mundo”, dicen con orgullo.
Los protagonistas de la MIAU
Los 260 habitantes de Fanzara forman parte de este proyecto. “Los vecinos ceden sus fachadas, los vecinos alojan a los artistas y les lavan la ropa, los vecinos atienden a los visitantes, los vecinos cocinan…”, declaran. “Es un proyecto para que ellos lo disfruten”, insisten mientras reconocen que jamás ha habido ningún problema entre artistas y vecinos. “Los artistas saben dónde vienen y lo valoran”, explican los representantes de esta asociación.
Previamente a los días de la muestra, los artistas reciben fotos de las paredes asignadas y medidas, y ellos responden con los materiales que van a necesitar y un ejemplo de sus obras para que el vecino pueda observar qué tipo de mural se pintará en su pared. “Si cuando empieza la intervención al vecino no le gusta, se cambia de pared”, aseguran.
Ante su séptima edición, Fanzara mira hacia atrás con satisfacción, porque de nuevo todos sus habitantes están unidos y persiguen un objetivo común. “Se ha recuperado el sentimiento de orgullo de pertenecer a un pueblo que es capaz de hacer cosas importantes”, confiesan, “y además es una oportunidad para viajar, para que nuestros mayores viajen a través de las experiencias e historias de los artistas”.
Y para nuestros interlocutores, sin lugar a dudas, “es una ilusión hecha realidad, un sueño que se ha cumplido y que, edición tras edición, renovamos manteniendo los pies en el suelo y vivo el espíritu por el que fue creada la MIAU”, concluyen.