Con su victoria ayer en el Open de Australia Nadal se convierte en el primer tenista masculino en alcanzar los 21 Grand Slams, formados por Roland Garros, Wimbledon, el Open de Estados Unidos y el propio Open de Australia
Nadal aglutina 13 Roland Garros, 4 Open de Estados Unidos, 2 Wimbledon, 2 Open de Australia, 2 medallas de oro olímpicas, 5 Copas Davis y 36 títulos de Masters 1000
Hasta no hace tanto tiempo España no era una potencia mundial en ninguno de los deportes individuales considerados importantes. Las hazañas de Federico Martí n Bahamontes en el Tour de Francia en el cambio de década de los 50 a los 60 del siglo pasado o los triunfos de Manolo Santana en esos mismos años 60 logrando cuatro Grand Slams eran logros muy populares por lo extraño que resultaba tener a un español en lo alto de una clasificación deportiva individual.
Sin entrar en otros grandes deportistas y logros todo parece cambiar con la llegada de cuatro nombres imprescindibles para la historia del deporte español, cada uno por diferentes motivos: Paquito Fernández Ochoa en el esquí, Ángel Nieto en el motociclismo, Severiano Ballesteros en el golf y, por supuesto, Miguel Indurain en el ciclismo. Unos y otros comenzaron a cambiar la mentalidad de los españoles respecto a la sensación que estas gestas individuales sembraban en el imaginario colectivo de un país que incluso vivió con pasión el “nacimiento” de un genio del volante, Fernando Alonso . Hazañas, todas estas, que tendrían su culminación con la aparición estelar de un Rafa Nadal en el Roland Garros de 2005 y su primera victoria en un Grand Slam.
Pero, ¿estamos entonces ante el mejor deportista español de todos los tiempos? Si hablamos en el plano individual su palmarés y su permanencia en el tiempo no dejan lugar a dudas, lo es. La constancia, dedicación, esfuerzo y una manera casi sobrehumana para sobreponerse a las adversidades han convertido a Rafa Nadal en no solo en el mejor deportista individual de todos los tiempos en nuestro país sino en un ejemplo para el resto de deportistas, sean individuales o colectivos, y en una leyenda viva de la historia del tenis que ahora, además, le contempla como el primer tenista masculino en alcanzar los 21 Grand Slams, cifra que todavía puede aumentar, si su físico se lo permite.
¿Su reto?, conseguir el único trofeo importante que le falta, el ATP Finals, o la Copa de Maestros, como se conocía antes al torneo que se disputa al final de la temporada tenística entre los ocho mejores de la clasificación de la ATP. Que lo consiga o no va a depender en gran medida de unas condiciones físicas con las que le está tocando lidiar ya desde hace mucho tiempo. Cerebro, mentalidad y calidad tenística le sobran para alcanzar el objetivo. Aunque lo cierto es que, en caso de no lograrlo, seguirá estando en ese lugar que pocos alcanzan, el del Olimpo deportivo.
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