El colegio Virgen del Carmen recuerda a los difuntos de la familia carmelita en una eucaristía vespertina abierta a toda la comunidad educativa
A las cinco de la tarde, nos hemos reunido profesores, padres, madres y alumnos, así como miembros de la Tercera Orden del Carmen y feligreses habituales para celebrar una eucaristía y recordar a aquellos que ya no están.
La celebración, oficiada por el Padre David , ha empezado con un pequeño gesto. Al entrar a la capilla, los asistentes han podido coger una vela y con un rotulador escribir en ella el nombre o los nombres de las personas que hoy querían tener presente. Y, una vez encendidas las velas, estás se han depositado delante del altar.
En la homilía, el Padre David ha querido centrarse en cuatro palabras por las que todo aquel que ha sufrido la pérdida de un familiar o ser querido ha pasado o llegará a pasar.
Estas han sido “dolor”, “tristeza”, “esperanza” y “acción de gracias”. Dolor, por la pérdida de aquella persona que tanto hemos querido. Tristeza, por sentirnos solos, abandonados. Pero también Esperanza; Esperanza de saber que hay una luz que no nos abandona, esa luz entre tinieblas es Jesús . Y por último “acción de gracias”; poder dar gracias por lo vivido y aprendido con esa persona que ya no está junto a nosotros.
Ha sido una celebración emotiva en la que la capilla se ha quedado pequeña. Una celebración para recordar a nuestros difuntos, orar por ellos y celebrar la vida en comunidad.