La OMS ha advertido de la ineficacia de los gobiernos para parar la pandemia por el Covid-19 en sus inicios, al tiempo que avisa para actuar de manera diferente ante la próxima pandemia. Pero quizá, como algunos expertos opinan, la próxima pandemia ya puede estar entre nosotros.
Varios inmunólogos ya han advertido del escenario ideal que se está gestando para la aparición de la próxima pandemia global. También lanzan la advertencia de que con el Covid no se podrá terminar con las vacunas actuales, ya que protegen de la enfermedad pero no impiden totalmente ni la infección ni la propagación del virus. En esta situación el virus encuentra el hábitat perfecto para poder subsistir pudiéndose diseminar entre la población sin “eliminar” al hospedador, la persona infectada. De esta manera la población hace una callada labor de reservorio del virus, permitiéndole multiplicarse en silencio debido a que la gran mayoría de las personas infectadas no llegan a desarrollar la enfermedad por la protección que les aporta la vacunación, impidiendo así también el rastreo de contagios, ya que casi todos los casos son asintomáticos. De esta manera el virus se expande.
El riesgo existe si en algún punto de este proceso de expansión el virus llega a realizar alguna mutación que consiga evadir la inmunidad que ofrecen las actuales vacunas. En ese momento pequeños grupos de gente, al inicio, comenzaría a infectarse y a desarrollar enfermedad, paso previo a una nueva expansión global de la pandemia. Ese es el motivo principal por el que hay que seguir extremando las precauciones, al menos hasta que no llegue una vacuna que esté diseñada para desactivar el virus, además de prevenir la enfermedad, y a día de hoy no existe ningún estudio que haya demostrado feacientemente que las actuales vacunas lo puedan hacer. Protegen de la enfermedad y de la muerte ante el actual Covid-19, que ya es mucho, pero hay que seguir tomando precauciones e investigando en nuevas vacunas ante un futuro epidemiológico incierto.
La vacuna esterilizante de Luis Enjuanes: la esperanza española
Precisamente, uno de los proyectos de vacunas más esperanzadores de cara al futuro es el que llevan a cabo Luis Enjuanes e Isabel Sola para el CNB-CSIC. Los científicos han conseguido crear una copia perfecta del SARS-CoV-2, pero sin la posibilidad de que afecte negativamente al organismo humano con lo que finalmente al ser inoculado en el cuerpo es capaz de proteger de la enfermedad pero también de la infección y de la transmisión, es decir, se considera una vacuna esterilizante.
El grupo que lleva a cabo el proyecto, de 16 personas, calcula que la vacuna podría estar lista para el segundo trimestre de 2022. Esta vacuna se está diseñando para su administración tanto por la vía tradicional intramuscular como por la innovadora administración intranasal. Los científicos del CSIC consideran que la vía intranasal sería la de mayor efectividad, aunque preparan ambas formas ya que las agencias reguladoras dan muchas más facilidades para su aceptación con la antigua y tradicional vía intramuscular, un hecho ciertamente curioso.
En cualquier caso, son las vacunas esterilizantes la verdadera arma con la que conseguiremos acabar definitivamente con el Covid-19 y, con ello, el auténtico paso a una normalidad como la de antes. Solo queda esperar un poco más.