Juanjo Clemente
Alcalde, le toca vivir como persona y máxima autoridad local los peores momentos históricos por causa de la pandemia, de la situación económica y de la dificultad que pueda generar todas estas circunstancias en la gestión municipal. ¿Cómo puede explicar a la gente éstas situaciones complicadas que vive en primera línea desde el Consistorio?
Era una crisis desconocida y que ha venido de golpe y, por lo tanto, ha generado una crisis sanitaria, económica y psicológica entre la gente. Cada vez es más profunda y me tiene preocupado. Produce fatiga y colapso en la ciudadanía. Decía al principio de la pandemia que había que luchar contra tres cosas: desconfianza, incerteza y tristeza. Y este último aspecto me preocupa más en una ciudad viva y dinámica como la nuestra. Ahora el impacto todavía no podemos valorarlo pero tiene repercusión. Nosotros queríamos compatibilizar la salud y la economía. Ha llegado un momento que ambas no se han podido sostener. Se han tomado restricciones duras con cierres perimetrales, cierres de la hostelería, etc… Esta situación nos produce más tristeza, pero al mismo tiempo, tenemos ganas de volver lo antes posible a una cierta normalidad para generar ilusión, economía y dinamismo.
No ha habido momento para la tranquilidad, ni tampoco para la planificación, cada instante la agenda puede variar como lo demuestra día a día la crisis de la pandemia. ¿Se puede trabajar de esta manera o hay que acoplarse a la situación y salir de la mejor forma posible? ¿Cómo se puede hacer?
Yo no esperaba una tercera ola de la pandemia. Las acciones puestas en marchas iban dirigidas a impulsar de nuevo la ciudad. Nosotros somos un municipio que sabe muy bien luchar contra los problemas, las crisis vividas a lo largo de la historia, las heladas o las más recientes crisis económicas. Estamos acostumbrados a estas situaciones y tenemos claro que la gente no quiere ayudas, desea trabajar y ser capaces de generar economía. Después de Navidad han venido unos días complicados. Trabajamos para que la pandemia del virus, de la deuda y del urbanismo no frene Vila -real. Queremos que los proyectos que teníamos previstos para ser una ciudad líder sean una realidad. Creo que saldremos más reforzados de la actual crisis. Hemos trabajado estos diez años para tener un modelo económico diversificado y una hoja clara de ruta. Ahora nuestra tarea cuesta más, como les ocurre también a las empresas, a las familias, pero no duden, que sin descuidar lo inmediato, los problemas sociales, la vertiente sanitaria y los protocolos, no hemos parado de sembrar para afrontar el siglo XXI.
De las más de 100 medidas tomadas por el Ayuntamiento para controlar la pandemia, ¿cuál cree que ha sido la mejor?
Centralizar las acciones en la alcaldia en los momentos más complicados. Al mismo tiempo, crear una serie de órganos como un gabinete técnico de desescalada para saber la situación real e ir viendo lo que se podía hacer. Dicha forma de trabajar nos ha llevado a estar muy coordinados y ha sido un elemento de éxito. Todo esto nos ha permitido construir “el Vila -real renace” y no cerrar hasta que teníamos el informe de la Generalitat. Hemos controlado los actos llevados a cabo desde el punto de vista protocolario y los hemos mantenido abiertos siempre que se podía.

¿Qué presente depara la pandemia para Vila -real, tanto desde el punto de vista sanitario como económico?
Nos queda este año de sufrimiento y vamos a padecer al no saber las variantes del virus. Pero las crisis hay que afrontarlas con optimismo. Si miras como lo han hecho nuestros antepasados y lees todo lo que hicieron te quedas gratamente sorprendido. Inmediatamente se creaban estructuras, es decir, la gente tenía ganas de superar las adversidades y demostraban que se podían reinventar. Creo que la última helada nos llevó a ser que lo somos hoy. Ahora tenemos muchos recursos para hacer frente y la ciencia es fundamental para vencer más rápido y poder convivir con la pandemia. Antes todo eso no se podía hacer. Hay proyectos nuevos, empresas, gente que mira el día después y se centra en Vila -real. El reto está en canalizar toda esa energía. La ciudad avanza cuando Ca la Vila está alineada con los valores del pueblo y cuando no vas con ella, tal y como le pasó al PP, en los últimos años donde querían imponer una ciudad olvidando los valores del pueblo, de la tradición, de la forma de ser, de la humildad… se produce un distanciamiento y se rompe la unión.
Tengo ilusión porque cuando me presenté a las elecciones le comenté que quedaba mucho por hacer, Vila -real primero y que ni un paso atrás. Creo que lo estamos demostrando y todavía queda mucho por hacer, aunque intentemos tirar adelante la pandemia pone un freno de dos años de impacto y no puedes ir a la misma velocidad, aunque frenar no significa parar. Si frenas en una bicicleta caes, si reduces no paras. Es muy diferente. No podemos frenar, queda mucho por hacer. A la tormenta de la deuda del PP que nos quedan 10 millones de euros del préstamo y la del urbanismo se suma la del coronavirus. Saldremos porque tenemos esperanza y fe, con el esfuerzo se puede llegar a tirar adelante. Hemos trabajado en el Vila -real del 2030. Vila -real se lo juega todo, se juega ser un pueblo más o un municipio con cuerpo de ciudad y corazón de pueblo. Si eres mayor de 50.000 habitantes tienes más ayudas. El reto es estabilizar ese proyecto de ciudad, de servicios, moderno, innovador, industrializado en los nuevos ejes de la industria de la digitalización, de la energía verde, etc.. y también es la oportunidad más importante para la agricultura. No tengo dudas. Todo el virus del mundo cabe en una botella de refresco. La globalización no es mala, pero el Covid-19 nos ha dado una lección de lo importante que es tener productos cerca de casa. Hay que cambiar la cultura del consumidor y del político. Vila -real tiene una gran oportunidad en este tema, tenemos agua, tierra y un buen producto gracias a la huerta y a los cítricos.
“No puede haber salud, sin economía”
Hay gente que no comprende que desde el Ayuntamiento se autorice y se promueva una plaza de toros, una feria ambulante, conciertos en plazas o incluso una feria de Navidad. ¿Qué les puede decir? ¿Estas medidas son compatibles con el autoconfinamiento, el control y la imagen que se debe dar una institución municipal?
No creo en la dicotomía de primero la salud y después la economía. No puede haber salud, sin economía. Todas las medidas que se han puesto en marcha en millones de euros se pagan de impuestos. La economía productiva es el comercio, la industria, la actividad de servicios, la agricultura. Si no logramos un equilibrio es inviable comprar vacunas, pagar sanidad, etc… Si técnicamente es viable tener actividades en marcha y los protocolos sanitarios se pueden llevar a cabo es un suicidio cerrar estos espacios económicos. Todo esto no es gratis y sale de los impuestos. Lo que no se puede hacer son discursos demagógicos y simplistas. Nosotros tenemos gente que es feriante, hay otros que viven de los toros, de la hostelería, de la cultura … Tenemos una ciudad diversificada para que no nos pase lo que nos ocurrió por culpa del PP que nos llevó a un paro dramático donde sólo prevalecía el urbanismo sin ninguna hoja de ruta. Luego sufrimos cuando llegó la crisis de la cerámica y hemos abierto todos los campos económicos. Ahora con esta crisis, lo que no podíamos hacer es impedir trabajar y no impulsar a los pequeños y medios comercios, mientras que a cinco minutos grandes superficies estaban abiertas. Teníamos que tener actividades en Vila -real. Por ejemplo, la feria de Navidad. ¿Teníamos que impedir que vinieran a nuestros comercios gente de otros municipios cuando teníamos todos los protocolos, mientras había otros parques comerciales cercanos a nuestra ciudad que tenían actividades para niños? No podíamos animar a la gente a que se marchara fuera a consumir. Vila -real es primero siempre.
No podíamos animar a la gente a que se marchara fuera a consumir. Vila -real es primero siempre”
¿Se ha trabajado de forma unánime y seria por parte de todos los partidos políticos con representación municipal o cada uno ha hecho política de la pandemia?
Yo lo único que puedo decir de los grupos de la oposición, más allá del debate que se puede producir de forma puntual y de marcar diferencias, es que les doy una nota de diez. Han sido un ejemplo al renunciar a parte de la asignación económica, lo han sido en la mesa del renacimiento y estoy tremendamente orgulloso de todos los partidos del Consistorio. Por otro lado, también me gustaría destacar la mayoría del equipo de Gobierno para tomar esas decisiones de los primeros momentos de forma rápida a las necesidades surgidas. No me hubiera imaginado si cada decisión la hubiésemos tenido que negociar con un partido minoritario de los que secuestran a una administración. La decisión de los vecinos en las elecciones municipales, sin saber que venía la pandemia, ha generado decidir rápido y al mismo tiempo formar equipo de gobierno con Podemos. También tomar decisiones en la mesa del ‘Renàixer’ de forma conjunta. Si de algo estoy orgulloso es, insisto, que Vila -real tiene cuerpo de ciudad y corazón de pueblo. Es lo que define nuestra actuación al trabajar como una gran ciudad en recursos, protocolos, seriedad y con el corazón de pueblo al hablar y colaborar con las asociaciones. Me siento orgulloso. Nos hemos ayudado entre todos. Me gustaría que se recuerde que hemos sido capaces de situar a Vila -real en el siglo XXI siendo un cuerpo de ciudad y hemos mantenido el corazón, el alma de pueblo.