«La cuestión es si este gran mazazo universal que ha supuesto el SARS- Cov-2 nos ha hecho cambiar de paradigma y estaremos mejor preparados y con más dinero de inversión en sanidad e investigación, principalmente»
POBLE entrevista en exclusiva a José Antonio López Guerrero, director del grupo de NeuroVirología de la Universidad Autónoma de Madrid y uno de los expertos mundiales más importantes en el campo de la virología
Vicent Ortells Gil
Texto y audío/vídeo con la entrevista completa a continuación…
La crisis sanitaria mundial provocada por la propagación del COVID-19 ha cambiado nuestras vidas, seguramente para siempre. Un cambio así merece conocer en profundidad a lo que nos enfrentamos, en qué situación exacta nos encontramos y qué nos puede deparar el futuro.
Con ese justo objetivo, y con el deseo de informar, le hemos pedido a José Antonio López Guerrero, director del grupo de NeuroVirología de la Universidad Autónoma de Madrid, y uno de los expertos más importantes en el campo de la virología, que nos ofrezca un detallado panorama de la situación que estamos viviendo, la mejor de manera de conocer lo que nos espera.
Para los países en general, y con las informaciones que se tenían de la peligrosidad del consumo de animales exóticos en algunas partes de China, ¿era tan difícil de prever que la situación actual se terminara por producir? Porque tenemos la sensación de que a muchos países les ha pillado por sorpresa.
Efectivamente. Ha habido muchas señales ya en el pasado de que la manipulación, la proximidad, el contacto sin control con animales salvajes podía producir este tipo de pandemias. Hay muchos indicios científicos de murciélagos y otros mamíferos, como el pangolín malayo, que ahora se sabe que lleva años con diferentes secuencias de coronavirus relativamente parecidas al que ha saltado a humanos. Por lo tanto, urge un control mundial riguroso del tráfico de fauna salvaje y de la manipulación sin control en mercados poco regulados de algunos países, como en China.
La posibilidad de que las cifras con las que trabajamos actualmente no nos están ofreciendo un escenario real parece que cada vez es más plausible. ¿Cuál es su opinión?
Los casos que se están dando son solo casos de enfermos, nada tienen que ver con los casos de infectados. Un algoritmo que tiene en cuenta la velocidad de transmisión de la pandemia, los enfermos, los ingresados y los fallecidos cifra en hasta un 15% de la población española afectada. No sé si la horquilla podría ser muy alta, pero hasta unos 10 millones de infectados en España sería un escenario plausible.
¿Hasta qué punto podemos estar «tranquilos» pensando que un contagiado recuperado ya no va a volver a sufrir la enfermedad ni transmitirla?
Todavía no se tiene una respuesta. Los coronavirus que se conocen inducen una respuesta inmune no de largo recorrido. No se tiene muy claro que la protección pueda ser duradera. Sí se tiene claro que se induce respuesta inmune y se induce protección. Seguramente las personas que pasan la infección van a quedar protegidas. ¿Cuánto tiempo va a durar esa protección? ¿Meses, años? Es algo sobre lo que todavía no se tienen datos suficientes.
¿Es factible que el virus en algún momento, en el futuro, pueda mutar de manera peligrosa para nosotros llegando a afectar, por ejemplo,a más población y a gente más joven?
Lo que prácticamente siempre se ha producido ha sido en la dirección contraria. La adaptación del virus a su hospedador suele ir hacia un equilibrio más benigno, evolutivamente le es mucho más favorable para diseminarse. Las personas con un virus más virulento son enseguida detectadas y retiradas de la circulación. La tendencia y la lógica evolutiva indican que la evolución suele ir hacia cepas y virus con relaciones más benignas con su hospedador.
Fármacos, tratamientos y vacunas: ¿Quién llegará antes a su objetivo final? ¿Alguna de estas soluciones al problema está cerca de llegar?
Hay fármacos que ya se están ensayando, pero son fármacos que ya están en el mercado para otras infecciones, para otros virus. Fármacos específicos contra el coronavirus van a tardar en llegar, no sé si antes o después que las vacunas. Hay vacunas que ya están preparadas para empezar los ensayos clínicos, y fármacos que seguramente también se estén ensayando. Hasta que esos productos pasen las fases clínicas y puedan estar en el mercado lo normal es que pasen varios años, pero como estamos en una situación de emergencia sanitaria esos plazos se van a acortar, aunque dudo que se acorten más allá de un año o 14 meses como mínimo, antes no vamos a poder ver en el mercado ni fármacos, ni tratamientos, ni vacunas específicas.
¿Debemos estar preparados para nuevas oleadas del COVID-19?
Probablemente sí. Este COVID-19 seguramente ya no se vaya y sea estacionario, por lo tanto volverán a aparecer nuevos casos, nuevos brotes, seguramente más suaves y llevaderos, más controlables, o eso pensamos, aunque no tiene porque ser exactamente así. Recordar en este punto la segunda oleada del virus de la mal llamada ‘gripe española’, en 1918, que fue más virulenta y mortal. Aunque era un época en la que las circunstancias sanitarias eran muy deficitarias por el final de la I Guerra Mundial. Ahora las circunstancias son diferentes, los centros de control de emergencias sanitarias y de control de enfermedades en todo el mundo son mucho más efectivos. Cabría esperar que si el virus vuelve, que volverá seguramente en nuevas oleadas, estás sean más pequeñas, además pensando en que ya un gran porcentaje de la población tenga inmunidad grupal o de rebaño, pensando en que esa inmunidad va a durar por lo menos unos meses. Si la pregunta es si van a haber otras oleadas de otros coronavirus y otras pandemias, pues sí, seguramente tendremos que seguir sufriendo emergencias y reemergencias virales.
Volviendo a la pregunta anterior. ¿Hasta qué punto son probables las apariciones en el futuro de más pandemias tan globales como la actual?
La globalización, la capacidad del hombre de desplazarse y dar la vuelta el mundo en prácticamente 24 horas; la colonización de terrenos inhóspitos e inhabitables donde el hombre entra por primera vez en contacto con la naturaleza y, por lo tanto, con animales que viven en equilibrio seguramente con patógenos; el tráfico de mamíferos, aves y animales salvajes que pueden ser reservorios donde se estén macerando virus, que en un momento determinado por zoonosis puedan saltar de especie; el cambio climático que hace que empiecen a aparecer vectores que transmiten virus en latitudes que antes no había. Todos estos factores hacen inevitable que volvamos a tener futuras pandemias. La cuestión es si este gran mazazo universal que ha supuesto el SARS- Cov-2 nos ha hecho cambiar de paradigma y estaremos mejor preparados y con más dinero de inversión en sanidad e investigación, principalmente.
Cuando todo esto, en cierta manera, pase, cuando podamos ir saliendo a la calle, volver a nuestros puestos de trabajo, ¿habrá cambiado para siempre nuestra forma de vivir y de encarar la vida tras una crisis sanitaria de este tamaño?
Indudablemente sí. Si la pregunta es a largo plazo qué ocurrirá pues ya no sabría que decir porque tragedias como esta las hemos vivido en el pasado, quizás la mas significativa vuelva a ser otra vez la de la gripe mal llamada española del 18, en el que se repitieron muchos escenarios que ahora estamos viendo, incluso peores. Estamos hablando de una pandemia que llegó a matar a 50 millones de personas en un mundo que no llegaba a 2.000 millones de seres humanos. Y años más tarde empezamos a cometer los mismos errores. Va a haber un cambio de paradigma al menos en nuestra generación. Quiero creer que los gobiernos, ahora sí, habrán tomado buena nota y aumentarán el dinero en investigación, en formación, en infraestructuras, en sanidad,… Pero la verdad es que personalmente no confío mucho en la clase política, que son los que tienen que ser los promotores de todos estos cambios. Ni confío en la clase política española ni confío en la clase política mundial, por lo tanto no sé qué pasará de aquí a unos años.
Para terminar. Agradecerle sus palabras, palabras que nuestros lectores y seguidores también agradecerán y, para finalizar, pedirle un último mensaje que quiera dirigir precisamente a todos ellos.
Como mensaje decir que es una situación excepcional, una singularidad sanitaria sin precedentes en la historia reciente de España. No nos hemos enfrentado a un enemigo común tantos millones de personas desde después de la II Guerra Mundial y solamente juntos, solamente todos con responsabilidad podremos hacerle frente, sin intentar burlar las medidas que se impongan desde el Centro de Control de Emergencias Sanitarias.
Y como mensaje para la clase política. Diría que me da vergüenza, somos uno de los pocos países en el mundo donde tenemos una clase política que no está a la altura de sus ciudadanos. Me da vergüenza escuchar a los políticos utilizar esta tragedia, utilizar la pandemia, utilizar los muertos, como hicieron con los muertos del terrorismo, como lo hicieron con los muertos de otras catástrofes. Me da verdadero asco ver a los políticos convirtiendo todo esto en un arma electoral, en intentar ver quien dice el titular más bonito, más rimbombante, en el parlamento o en los medios, para acaparar más titulares y llegar a más adláteres, llegar a más personal sectario que, al final, acaban siendo sectas políticas, con mensajes y consignas claramente electorales «pasándose por el forro» el sufrimiento, la verdadera tristeza de las personas que están diciendo adiós a sus seres queridos, sin ni siquiera poderles enterrar dignamente, ni poderse despedir de ellos. Es una gran vergüenza, creo que no se ha dado en ningún otro país del mundo. Donde, por ejemplo, la oposición, en vez de intentar remar con el gobierno, está claramente a sus partidismos. Tenemos un ejemplo de lo contrario, del buen hacer político, sin ir más lejos en Portugal. Me da pena, tristeza y vergüenza, me asquea y, a veces, me repugna.
Puedes escuchar la entrevista completa a través del siguiente vídeo:
José Antonio López Guerrero (Madrid 1962), profesor titular de microbiología de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), universidad donde realizó sus estudios de biología doctorándose con premio extraordinario (Departamento de Bioquímica y Biología Molecular) en 1989. Junto a sus labores docentes, en la actualidad es director del grupo de NeuroVirología del departamento de Biología Molecular de la UAM y director del Departamento de Cultura Científica del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa (UAM-CSIC).
Su actividad investigadora ha girado siempre en torno a la virología: inmunovirología durante el doctorado en infección por poliovirus; diseño de una vacuna recombinante frente a un modelo de artritis reumatoide en ratas (primer posdoctoral en el Centro de Investigaciones Biológicas del CSIC, 1989-1993); oncovirología en el Centro Alemán de Investigaciones Oncológicas, estudiando la resistencia de unas previamente tumorales líneas celulares humanas a parvovirus autónomo (2º posdoctoral, 1993-1996); neurovirología, en la actualidad, estudiando el posible papel de la infección por virus herpes –HSV-1- en neurodegeneración (Alzheimer) o, actualmente, desmielinización, como la esclerosis múltiple. En este último campo, los principales frentes de estudio son: entrada viral en líneas oligodendrocíticas humanas, ciclo, obtención de la envuelta lipídica, transporte y salida viral, implicación de microvesículas y receptores de neurotransmisores en el proceso y, paralelamente, caracterización de agentes antiherpéticos con capacidad de penetrar en el SNC.
Además de la docencia e investigación, las otras dos patas universitarias obligadas abordadas por José Antonio López Guerrero han sido la gestión y la divulgación científica. En el primer caso, formando parte de la Comisión Permanente del Departamento; Junta de Gobierno de la UAM, Claustro científico en representación del PDI, Secretario del Tribunal de Compensación Curricular; delegado del Rector para asuntos del estudiante, asociaciones o Director de la Unidad de Cultura Científica de la UAM –todo ello antes de 2010-.
Como amante de la divulgación científica, José Antonio López Guerrero, además de dirigir la cultura científica del CBMSO, colabora activamente en programas de radio (Radio 1, Radio 5, Radio Exterior), TV (Mi+dTV, TVE2, UNEDtv, hasta 2018) y prensa escrita (El Cultural). Es autor y/o editor de 13 libros –el último: Virus: ni vivos ni muertos (Guadalmazán, 2018- y de más de 130 artículos tanto científicos internacionales como de divulgación, además del Blog “Bio(Ciencia+Tecnología)”, en Madri+d. Como director de cultura científica de la UAM (hasta 2009) y del CBMSO (actualmente) ha organizado o participado en programas y jornadas de divulgación científica en países como Alemania, Suecia, México, Argentina o Chile.