Pablo Benet, vecino de la zona del Parque Geólogo José Royo (Parque del Lago) de Castelló, nos remite para su difusión esta nueva nota de prensa acerca de la problemática de los patos en los parques de Castelló
Los patos que viven en los espacios públicos de Castelló necesitan un plan de acción integral que cambie su situación
La situación de los patos en el Parque Geólogo José Royo, conocido como Parque del Lago en Castelló, siempre ha sido muy complicada por diversos factores que se han venido repitiendo hasta hoy día. En ocasiones, puede parecer que todo transcurre con normalidad hasta que salen a la luz las denuncias, testimonios y publicaciones que a lo largo del tiempo evidencian infinidad de «episodios» en los que no debiéramos vernos representarnos como sociedad moderna y avanzada.
Entre los factores que no favorecen el bienestar de los patos, cabe citar el más importante: la falta de civismo y de respeto que indudablemente no mejoran si no existen campañas de concienciación, proyectos y programas educativos y otras iniciativas que impulsen una convivencia armónica y empática, sin olvidar la lucha contra el abandono. Sin duda, dichas acciones han de ser permanentes ya que son la clave para generar un cambio profundo en la conciencia social y ciudadana que permita consolidar un nuevo modelo de relación entre especies.
No obstante, es importante no dejar de lado otras medidas que refuercen los pilares de la consideración hacia las diferentes especies que conviven con los humanos en las ciudades, como políticas y regulaciones en defensa de dichos animales, mecanismos de protección específicos sobre el terreno, protocolos policiales, coordinación entre los servicios públicos, planes de atención integral así como un seguimiento periódico sobre su situación y bienestar, entre otros.
Es necesario hacer una reflexión constructiva y sincera con respecto a la presencia de patos domésticos en espacios públicos. Considerarlos como elementos ornamentales que decoran y alegran parques, estanques u otros espacios públicos, al igual que abandonarlos, no suele ser compatible con sus necesidades etológicas y su bienestar al tiempo que los hace altamente victimizables, en especial si el contexto y las condiciones del lugar revisten una serie de factores y circunstancias que difícilmente pueden generar un marco de vida en equilibrio.
Muchas de las especies animales que conforman la fauna urbana ahora mismo no disponen de un marco legal que salvaguarde su integridad y equilibrio. Si una paloma, un erizo, una hurraca u otras especies aparecen accidentados, heridos, enfermos o en otras situaciones, no existen convenios, protocolos ni infraestructuras que garanticen su atención, asistencia y bienestar desde instancias públicas y acaba dependiendo de particulares y asociaciones que hacen lo posible por compensar ese gran déficit. La implementación de una regulación específica y la creación de centros de recuperación de fauna urbana son muy necesarios para los animales. Actualmente solo algunas especies con una regulación de protección específica pueden ser atendidas en centros públicos a tal efecto.
Así las cosas, siendo los patos seres sintientes, en el caso del Peri 18 no parecía muy justo ni constructivo dilatar en el tiempo que siguieran siendo víctimas de actos atroces ni tampoco que sufrieran situaciones de estrés continuado ni acciones y aproximaciones irresponsables que menoscaban su bienestar y sus intereses como especie sin poder garantizar su seguridad e integridad. Hechos que, lejos de ser puntuales, se venían repitiendo desde hacía muchos años, pero que quedaban silenciados o poco visibilizados, por lo que el traslado o realojo autorizado del pasado 9 de febrero, pese a no solucionar la raíz del problema, sí ha puesto a salvo a alrededor de veinticinco patos, trece de los cuales eran bebés de dos semanas.
Vecindad, ciudadanía y personas integrantes de asociaciones en defensa de los animales esperan poder reunirse en breve con el Ayuntamiento para lo cual se ha presentado una instancia por registro. Una mesa de trabajo con agentes multidisciplinares se hace necesaria para avanzar de manera edificante puesto que no sólo siguen viviendo ánades en el Parque del Lago sino también en el Parque Ribalta, además de que en cualquier momento, sin las medidas necesarias, se podrían abandonar de nuevo animales en dichos lugares.