El mercado de fichajes se cerró ayer, 31 de enero, sin que en el Villarreal haya habido un movimiento de fichas importante. La única marcha ha sido la de Miguel Layún que, tras un paso muy discreto por el conjunto amarillo, ha terminado recalando finalmente en el club mexicano Rayados de Monterrey. De esta manera el Villarreal se embolsa 4 millones de euros, lo mismo que le costó adquirir este verano al jugador. Layún se ha despedido de la afición con un mensaje en redes sociales en las que agradece, tanto a la afición, directiva, y a sus ya excompañeros, el trato recibido.
El resto de movimientos de estas últimas semanas han estado centrados en las cesiones. Leo Suárez continua como cedido, pero pasa del Real Valladolid al Real Mallorca en segunda división. Otro cedido que también cambia de equipo es Rubén Semedo que, tras su paso por la SD Huesca, vuelve a Portugal para enrolarse en las filas del Rio Ave FC de la primera división lusa.
El Nápoles y Pablo Fornals
Lo que no ha terminado de concretarse ha sido el traspaso de Fornals al Nápoles. El conjunto italiano tenía la intención de llevarse al jugador en este mercado de invierno y estaba dispuesto a poner sobre la mesa una cantidad de dinero cercana a los 30 millones de euros, aunque su intención inicial era desembolsar no más de 26. Pero otras prioridades, y la posición del Villarreal desde el principio de remitirse única y exclusivamente a la cláusula de rescisión, así como la petición al club italiano de que no esperara al último día, llevaron finalmente a un desenlace en el que no se ha llegado a producir la operación. A pesar de todo el interés del Nápoles persiste y la intención es volver a la carga en verano, al finalizar la temporada.